Gunther Russo es un Barranquillero radicado en Bogotá hace varias décadas, que además de ser un profesional del Audio para Televisión y de personificar a «Papá Noel» en algunas navidades, se ha caracterizado por imponerse y superar diferentes retos deportivos. En el año 2011 decidió hacer su primer viaje de larga duración en bicicleta y su meta actual es llegar hasta la Patagonia Argentina. Este 27 de Noviembre Gunther retomará su camino en Lima y avanzará hasta Santiago de Chile atravesando el desierto de Atacama en un viaje de aproximadamente un mes. Tradvi pudo hablar con él y esto nos contó sobre su travesía.
Tradvi: Hace 4 años y con más de 40 de edad, decidiste atravesar Suramérica en bicicleta. ¿Que te llevó a iniciar una aventura como esta? ¿Por que en bicicleta? Cuéntanos un poco sobre el viaje en general.
Gunther Russo: La aventura nació después de realizar algunos viajes cortos cerca a Bogotá. En una ocasión logré avanzar 200 kilómetros en dos días bajo sol extremo y me sobró mucho tiempo, así que una semana después intenté con éxito alcanzar la misma distancia en un solo día. Ahí fue cuando me di cuenta de que los viajes pueden crecer en tiempo y en sensaciones casi hasta poder recorrer el mundo entero. Como mi padre vive en Barranquilla —al norte de Colombia— y siempre lo visitaba en avión, lo que hice en esa ocasión fue comprar solo el tiquete de regreso y decidí viajar los 1000 kilómetros de ida en mi bicicleta.

¿Por que en bicicleta? ¿Tenías alguna formación como ciclista profesional?
No. Hace ocho años compré una muy barata para usar solamente en la ciclovía de Bogotá. Sin embargo, en una ocasión me estaba preparando para la competencia de subida a pie a la Torre Colpatria —el edificio más alto de Colombia— y decidí realizar el entrenamiento físico en ella, así que la llevé a mantenimiento por primera vez y fue cuando empecé a salir de la ciudad; pero yo no montaba antes de comprarla, de hecho fue la primera que tuve. Cuando logré, a pesar del miedo, llegar con éxito a Barranquilla en seis días, pensé que podría avanzar la misma distancia desde Bogotá hacia el sur. Eso equivale a llegar a Ipiales, muy cerca a la frontera con Ecuador, entonces calculé que con un poco más de esfuerzo llegaría a Quito y así lo hice un año después en un viaje de once días. De esa manera nació la meta actual de pedalear hasta Ushuaia, en la Patagonia Argentina. Cada año, en mis días de vacaciones, voy avanzando hasta lograrla.
Quiero aclarar que para llevar a cabo el viaje a Barranquilla me preparé antes con 800 kilómetros de entrenamiento. Eso genera memoria muscular. No es suerte, el cuerpo no está acostumbrado a la exigencia y se requiere de tiempo y dolor para hacerlo. Pedalear doce horas diarias implica haber entrenado previamente, si no cualquiera se desesperaría.

¿Como es un día de normal durante el viaje?
Empiezo a pedalear a las cinco o seis de la mañana y lo hago durante todo el día. Por supuesto es indispensable consumir al menos las tres comidas diarias. Cuando entra la noche trato de buscar algún hotel u hostal económico para dormir. Después de pedalear durante todo el día lo único que me interesa encontrar es una cama y un baño, todo lo demás pasa a un segundo plano. En la carretera se encuentran lugares que carecen de algunas comodidades pero uno aprende a sobrellevar eso.

En una bicicleta cada gramo cuenta. ¿Cual es tu equipamiento de viaje? ¿Que es lo que más te ha costado tener que dejar en casa?
Recuerdo que al primer viaje llevé muchas cosas que fueron innecesarias. Ahora todo lo que transporto —desde un cortaúñas hasta un destornillador— lo trato de conseguir en su versión más pequeña posible. Lo que si anhelo y extraño es volver a dormir en mi cama, todo lo demás se puede comprar. Yo me considero un viajero “austero”, así que llevo mucho menos equipaje que el ciclo-viajero normal, que carga más ropa o lujos. Actualmente viajo con un Smartphone pero no escucho música.
Lo más difícil del trayecto de este año es que es sobre el desierto y al lado del mar. Esto significa pedalear con mas de 40º C y el viento en contra, lo cual no es fácil y requiere preparación, así que en esta ocasión llevaré cinco litros constantes de agua (que pesan cinco kilogramos). También estoy preparado por si en un pueblo no hay tiendas o mercados, tratando de mantener siempre algunos enlatados o emparedados. Peso 92 kilogramos y con todo lo demás, que pesa 23, tendré que mover más de 110 diarios por doce horas, lo cual es no es tan sencillo.
Ah, en esta ocasión llevaré por primera vez una coraza de repuesto y seguro de viaje (risas).

Estás realizando esta aventura en varias etapas llevadas a cabo en diferentes años. Durante este tiempo han habido novedades tecnológicas que han cambiado la forma en que planificamos los viajes. ¿Como te preparas antes de retomar la ruta? ¿Que ha cambiado entre el primer recorrido y el que iniciarás este mes?
Debo confesar que ya no me preparo tanto como antes. A muchos tal vez les sorprenda o duden que por eso lo logre, pero he subido quince kilogramos de peso respecto al primer viaje. Sin embargo el ciclismo se basa en las piernas, que son las que te llevan a donde sea. En estos cuatro años mi podómetro marca 13.000 kilómetros; con ese kilometraje puedo decir que ya recorrí la distancia equivalente a atravesar el continente, así que eso me tranquiliza.
En el primer viaje no tenía Smartphone y compraba las guías impresas para arrancar las hojas que me interesaban. Ahora uso Google Maps, aunque los mapas físicos siguen siendo importantes por que no se puede depender de la batería del teléfono, entonces suelo llevar los que me proporcionan en las embajadas de cada país.
Afortunadamente yo inicié cuando ya existían las redes sociales, así que no necesito buscar un lugar para hacer llamadas a mi familia. Lo que hago es comprar en cada país una tarjeta SIM local y eso me permite estar en contacto. Diariamente publico una foto en el lugar al que llego y así ellos se dan cuenta de que estoy bien.
Atravesar America del Sur es una experiencia llena de climas, paisajes y culturas diferentes. ¿Que es lo más interesante que has encontrado en este recorrido?
Hasta ahora solo llevo tres países pero la experiencia ha sido fascinante. La ventaja del ciclo-viajero es que encuentra aprecio y cariño en cada lugar al que va, pues las personas suelen vernos con buenos ojos. De todas maneras, aunque en unos países sea más rápido que en otros, los locales terminan siendo acogedores en todos. Yo no repito viajes nunca precisamente por que me gusta conoce nuevos lugares; y es la razón por la cual no pedaleo el trayecto de regreso. Saber que por tus propias piernas llegaste a un destino es lo más gratificante de viajar en bicicleta, sin importar el país. Al regreso, cuando veo desde el aire lo que avancé en muchos días, pero esta vez en sólo tres horas, la sensación es maravillosa.
¿Como ha sido tu experiencia en los pasos fronterizos?
En los dos que he visitado hasta ahora no he tenido ningún problema. Espero que en los que falten todo siga igual. Lo que si trato es de arreglarme un poco antes de cruzar la frontera ubicándome primero en un hotel para tomar un baño y afeitarme para después si visitar la oficina migratoria. El trato ha sido bueno hasta ahora.
Se podría pensar que cuentas con mucho tiempo libre. Sin embargo tienes un trabajo tradicional y sólo quince días de vacaciones al año como la mayoría de Colombianos. ¿Como manejas tu agenda para llevar a cabo los recorridos en este viaje?
Lo que hice fue planear trayectos anuales de capital a capital. Como el que viene va a ser el más largo hasta ahora, en esta ocasión tuve que acumular dos periodos de vacaciones para poder optimizar el recorrido y el presupuesto. También por que después de tantos días calculo necesitar una semana de recuperación. En estos viajes largos hay que pensar globalmente, no en un sólo día. Por esa razón hay que cuidarse, pues aunque no hay afán, hay que cumplir con unos objetivos diarios.

Muchas personas argumentan que el dinero es su principal impedimento para viajar. Sin embargo, sabemos que iniciaste esta aventura precisamente cuando tenías muy poco disponible. ¿Que podrías decirle a las personas que aún tienen ese argumento?
Es cierto. Cuando empecé hace cuatro años estaba pagando unas deudas muy altas y la bicicleta era mi única opción para viajar, ya que es una alternativa muy económica. Y realmente, si uno quisiera, el mundo se puede recorrer en ella. Aunque las deudas ya fueron superadas y me desplazo con más comodidades, eso no fue motivo para detenerme cuando quise empezar a viajar. En ese primer viaje a Barranquilla recuerdo que gasté $70.000 (23 dólares) diarios, que es muy poco para la gran experiencia que representó.
Algunas personas que están leyendo esto siguen sin dinero y tampoco piensan viajar en bicicleta. ¿Crees que la decisión de viajar pasa más por la determinación que por el dinero mismo?
Totalmente. A mi también me han pasado muchas cosas en la bicicleta sin dinero y la determinación fue lo que me permitió regresar a casa sano y salvo. Quien empieza a dejar los temores se da cuenta de que todo es posible. Cuando me entregaron la bicicleta después del primer mantenimiento y ya no emitía ruidos extraños fue cuando abrí la mente para siempre y tomé la decisión de empezar y no he parado, ni pienso hacerlo. Después de Suramérica pienso continuar con Europa o tal vez Centroamérica. En alguna ocasión incluso me gustaría hacer toda la Panamericana hasta Alaska. Muchas personas lo han hecho en moto o carro y obviamente me gustaría hacerlo a mi modo. Pero por lo pronto la meta es Suramérica.
Creo que la clave para este tipo de viajes es simplemente comenzar. A pesar del estado físico, cualquier persona puede hacerlo y se nota el avance, a diferencia de otros deportes. Solo una vez en la que se me pincharon todos los neumáticos tuve que tomar un bus hasta un pueblo cercano para arreglarlos (aunque luego volví al punto en que estaba, pues no me gusta hacer trampa). Aparte de eso, nunca me ha tocado pedir auxilio.

Entonces, ¿cuantos kilómetros se vienen y en cuantos días?
3.300 kilómetros, equivalentes a un Tour de Francia. Tengo previsto recorrerlos en 30 días, aunque estimo tres más en caso de enfermedad o cansancio.
¡Pues muy buena suerte!
¡Muchas gracias!

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2 Comments on “Atravesando Suramérica en bicicleta: entrevista a Gunther Russo”
¡Qué gran artículo, muy emocionante! Que el buen viento acompañe a Gunther y a todos los cicloviajeros.
Gunther ! Felicitaciones ! Es inspirador la manera como haces realidad tu sueño ! Qué los Ángeles acompañen tu andar !